Primero de Mayo Proletario e İnternacionalista-2025

PRIMERO DE MAYO PROLETARIO E INTERNACIONALISTA

Contra la guerra imperialista, la reacción, el fascismo, la represión, la pobreza y la opresión

¡Proletarios y pueblos oprimidos del mundo, uníos!

¡No tenemos nada que perder más que nuestras cadenas y tenemos un mundo que ganar!

Tomemos las calles este 1º de Mayo, día internacional de lucha de la clase obrera y los pueblos oprimidos, que se celebra este año en un contexto de agudización de las contradicciones del sistema imperialista y de creciente represión, a la que se opone una creciente resistencia de los proletarios y los pueblos.

Los furiosos ataques de los imperialistas, sus Estados y sus gobiernos contra los proletarios y las masas reflejan la descarga de su crisis general que se está profundizando sobre los proletarios y las masas.

Todos los Estados y gobiernos imperialistas están aumentando el gasto militar más allá de toda medida y dicen explícitamente que debemos prepararnos para la guerra.

Las potencias imperialistas EE.UU./OTAN/UE se están equipando con armamentos cada vez más modernos y devastadores y planean el uso de armas nucleares. Están fortaleciendo sus ejércitos, militarizando sus territorios, desarrollando la economía de guerra.

El imperialismo ruso y el socialimperialismo chino son, por un lado, el objetivo de esta ofensiva y, por otro, están aprovechando la crisis del imperialismo de EE.UU./OTAN/UE para preparar una nueva situación que les sea más favorable.

La guerra imperialista se origina en la crisis económica global del sistema capitalista imperialista que exige un nuevo reparto del mundo.

La invasión rusa de Ucrania, el genocidio en curso en Palestina por parte del Estado sionista de Israel, los ataques contra el Líbano, Yemen, Siria, la ocupación del Kurdistán y las masacres contra el pueblo kurdo por parte del Estado fascista turco, los preparativos de Estados Unidos para atacar y rodear a China a través de Filipinas con alianzas en el Indo-Pacífico son aspectos de la marcha hacia la guerra de reparto.

A ello se opone la acción de China en el escenario económico mundial, la invasión de Ucrania por Rusia y también la paulatina alineación de otros países del mundo que sus regímenes reaccionarios aspiran a convertir en gendarmes de sus zonas dentro del sistema imperialista: Turquía, India, Brasil, etc.

Los costos de la guerra y el rearme se descargan sobre los proletarios y las masas populares con el aumento del costo de la vida, el desempleo, la precariedad, los recortes del gasto social, los ataques a los derechos y luchas de los proletarios y las masas populares. Los capitalistas intensifican la explotación y convierten cada vez más a los proletarios y a los sectores más explotados de ellos en esclavos modernos al servicio de la ganancia.

En los países oprimidos por el imperialismo, la pobreza y la opresión de los pueblos están empeorando, y también pagan por la crisis climática ambiental global y los efectos de los desastres naturales.

Mientras en el exterior los estados y gobiernos imperialistas preparan la guerra, en el interior la tendencia al fascismo moderno combinada con la crisis del imperialismo avanza y la tendencia a una guerra imperialista mundial encuentra hoy un punto de referencia en la presidencia de Trump y la fracción de la clase dominante de la burguesía imperialista que llegó al poder en los EE.UU. restringiendo y borrando los vestigios de la propia democracia burguesa, atacando las libertades democráticas y llenando cárceles, estableciendo formas de gobierno cada vez más dictatoriales, dentro de las cuales avanzan los partidos fascistas y el fascismo moderno, según las características de los distintos países.

Se atacan los derechos de las mujeres, la libertad de pensamiento, se fomenta el odio, se refuerzan el chovinismo y el nacionalismo para golpear la resistencia popular, dividir al proletariado y a las masas, al servicio de la dominación de las clases dominantes y de sus lacayos. El racismo se intensifica con ataques en todas las formas contra los inmigrantes, con muertes en el mar, campos de concentración, explotación esclavista, expulsiones y deportaciones. El monopolio de los viejos y nuevos medios de comunicación está cada vez más en manos de oligarquías tecnológicas que obtienen enormes beneficios y cada vez más pretenden imponer la cultura oscurantista en escuelas y universidades.

En todo el mundo los proletarios y los pueblos se rebelan y resisten contra el imperialismo, el fascismo, el empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo.

Dentro de los países imperialistas y capitalistas, los trabajadores realizan huelgas generales, como en Grecia; bloquean los barcos que transportan armas de guerra, como en Italia, Grecia, etc., los jóvenes toman las calles contra el fascismo y el racismo.

La nueva presidencia fascista-imperialista estadounidense de Trump, con el brazo operativo sionista Netanyahu, lanzó un plan de «solución final», de genocidio y deportación del pueblo palestino. Contra ello se desarrolla la heroica resistencia del pueblo palestino, de sus organizaciones que también con la acción del 7 de octubre han vuelto a poner en el centro de la atención mundial el objetivo de una Palestina libre, un Estado palestino «del río al mar». La lucha del pueblo palestino alimenta el despertar de todas las masas árabes para una lucha de liberación de los regímenes árabes cómplices del sionismo y en todo caso serviles al imperialismo.

La solidaridad internacionalista con el pueblo palestino es una gran bandera que llama al pueblo a luchar contra el imperialismo. En Turquía, los estudiantes, las mujeres, los trabajadores y las masas oprimidas se oponen al régimen fascista de Erdogan, poniéndolo cada vez más en crisis.

En algunos países oprimidos, desde América Latina hasta Asia, desde África hasta el Medio Oriente, las protestas y revueltas populares avanzan, exigiendo la intensificación de la batalla revolucionaria por revoluciones de Nueva Democracia en marcha al socialismo. Al frente de estas luchas están las guerrilleras, las trabajadoras, las organizaciones revolucionarias de mujeres que alimentan el fuego de la resistencia y la necesaria lucha por la liberación de la mujer unida a la lucha de clases.

En muchos países, los jóvenes se están rebelando y son la primera línea de la oposición que exige y busca el camino de la revolución.

Entre las luchas revolucionarias y antiimperialistas en el mundo, las guerras populares dirigidas por las fuerzas Marxistas-Leninistas-Maoístas, particularmente en la India y Filipinas, inspiran y muestran al proletariado internacional y a los pueblos oprimidos del mundo el camino hacia una verdadera liberación del imperialismo, que requiere abandonar todas las formas de revisionismo y reformismo, así como todas las formas de liquidacionismo y derrotismo, afirmando que la única alternativa real a la barbarie capitalista e imperialista es la revolución proletaria y que la única solución es el socialismo. Condenamos la actual campaña militar fascista del Estado indio —la Operación Kagaar— contra el Partido Comunista de la India (Maoísta). Esta ofensiva no es simplemente un ataque contra un partido revolucionario, sino un ataque más amplio contra las luchas de las masas trabajadoras, los adivasis y las nacionalidades oprimidas que luchan por la liberación y la dignidad.

Apoyar las guerras populares prolongadas es un deber y una tarea fundamental de los partidos y organizaciones comunistas revolucionarios en el mundo.

El proletariado es el ejército más grande que existe, si los explotados y oprimidos se unen, pueden acabar con el sistema capitalista mundial.

Hoy más que nunca necesitamos la unidad de los Partidos y Organizaciones Comunistas del mundo sobre la base de las grandes enseñanzas del Marxismo-Leninismo-Maoísmo, que se desarrollan, en el fuego de la lucha de clases, siendo cada vez más el destacamento avanzado de la clase obrera, núcleo dirigente de todo el proletariado y pueblo, promotor y elemento central de la construcción de un frente revolucionario único contra el imperialismo, el fascismo, la explotación y la opresión.

El internacionalismo proletario exige marchar, a través de la unidad y la lucha, para avanzar hacia una nueva Internacional Comunista. En este 1º de Mayo es necesario avanzar en esta tendencia y afirmarla en las filas del proletariado y de los pueblos oprimidos comprometidos en la lucha revolucionaria.

¡ESTE 1º DE MAYO, LEVANTEMOS EN ALTO LA ROJA BANDERA DE LA REVOLUCIÓN!

¡Alto a la guerra imperialista, donde se desarrolle y estalle, transformémosla en una guerra revolucionaria por el poder proletario!

¡Muerte al fascismo en todas sus formas!

¡Palestina libre desde el río hasta el mar!

¡Muerte al imperialismo, el futuro pertenece al socialismo y al comunismo!

 

Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán

Partido Comunista de Australia (marxista-leninista)

Comité de Construcción del Partido Comunista Maoísta de Galicia

Partido Comunista de la India (Maoísta)*

Partido Comunista de Turquía – Marxista Leninista (TKP-ML)

Unión Obrera Comunista (MLM) Colombia**

Unidad Comunista – Francia

Partido Comunista Maoísta – Italia

Comité Comunista Maoísta – Brasil

Partido Proletario de Bengala Oriental (PBSP/Bangladesh).

Ruta Roja de Irán (grupo maoísta)

Unidad Democrática Popular de Estudiantes (PDSU) – Bangladesh

Firmas abiertas

Otros pueden llegar después del Primero de Mayo

* Problema de comunicación ICSPWI

** Nota publicada después

Englısh: https://www.tkpml.com/proletarian-and-internationalist-may-day-2025/?swcfpc=1

Turkısh: https://www.tkpml.com/proleter-ve-enternasyonalist-1-mayis-2025/?swcfpc=1